¿Qué son las estereotipias?

Las estereotipias abarcan un amplio abanico de formas en que las personas pueden moverse, emitir sonidos o buscar estímulos sensoriales para regular su propia experiencia sensorial. Sin embargo, la mayoría de la gente solo considera que algo es una estereotipia cuando lo hace una persona neurodivergente. E incluso en este caso, solo ciertos tipos de conductas reciben el nombre de estereotipias. Cuando una persona con autismo agita las manos, se balancea, salta o da vueltas, lo más probable es que se hable de estereotipias. Cuando un usuario de CAA repite la misma palabra una y otra vez en su dispositivo, podría decirse que es una estereotipia, aunque en realidad lo que sucede es que está tratando de comunicarse.

Sin embargo, cuando una persona supuestamente neurotípica pulsa el botón de un bolígrafo sin parar o se enreda el pelo en el dedo de forma repetitiva no se diría que esto es una estereotipia. Si esta persona escuchara la misma canción una y otra vez, tampoco se consideraría una estereotipia, aunque la cosa probablemente cambiaría si esta misma conducta viniese de alguien con un diagnóstico de autismo.

Todo el mundo realiza comportamientos repetitivos. La forma en la que algunas personas lo hacemos está más normalizada, pero todos lo hacemos. Los usuarios de CAA pueden presentar las mismas conductas repetitivas que personas que hayan desarrollado completamente su capacidad de hablar. Además, al igual que algunas personas repetimos vocalmente determinadas palabras o frases, algunos usuarios de CAA repiten palabras con su dispositivo de CAA.

¿Por qué los usuarios de CAA presentan estereotipias?

Ya sea que lo hagan con sus dispositivos de CAA o de otras formas, los usuarios de CAA adoptan este tipo de conductas por las mismas razones que el resto:

Para regular las emociones: Las estereotipias pueden ayudar a los usuarios de CAA a regular emociones como la ansiedad, la agitación o la frustración. Por ejemplo, pulsar el mismo botón de manera repetitiva puede reconfortar en situaciones estresantes, al igual que para otras personas lo hace el hecho de agitar las manos o balancearse.

Para expresar alegría: Las estereotipias no siempre tienen que ver con la gestión del estrés. También pueden ser una forma de expresar emociones positivas. Los usuarios de CAA pueden pulsar un botón sin parar porque les guste la palabra o la frase o el sonido que emite el dispositivo. Este tipo de estereotipia puede ser una expresión de alegría o entusiasmo.

Para gestionar los estímulos sensoriales: A algunos usuarios de CAA, las estereotipias les ayudan a procesar y gestionar la sobrecarga sensorial que supone moverse por entornos complejos. La pulsación repetitiva puede bloquear estímulos abrumadores y proporcionar una experiencia sensorial familiar y predecible.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que pulsar repetidamente un botón no siempre es una estereotipia. Hay otras razones para pulsar varias veces seguidas un botón, como, por ejemplo, comunicarse o explorar el dispositivo. Ante la duda, asume primero que se trata de un intento de comunicación.

Dar apoyo a los usuarios de CAA que exhiben estereotipias

Brindar apoyo a los usuarios de CAA con estereotipias incluye crear un entorno de aceptación, comprensión y fomento de estas conductas.

1. Reconoce la función de las estereotipias: Las estereotipias ofrecen beneficios a los usuarios de CAA, ya sea la regulación emocional o la gestión del estrés. Intenta no verlas como disruptivas o problemáticas, sino pensar en ellas como algo funcional y esencial.

2. No asumas que pulsar varias veces seguidas un botón significa que una persona no está lista para usar la CAA: Las estereotipias son sumamente funcionales. Niños y personas adultas podemos exhibir estereotipias cuando nos enfrentamos a nuevas ideas y conceptos, como puede ser precisamente aprender a usar un dispositivo de CAA. Así pues, pulsar repetidamente un botón puede tener una función en su proceso de aprendizaje. No debe interpretarse como algo negativo. Y, sobre todo, no significa que la persona no esté lista para la CAA.

3. Crea espacios respetuosos con las estereotipias: Todo el mundo realiza comportamientos repetitivos. Algunos usuarios de CAA pueden manifestar conductas que las personas neurotípicas no exhibirían. Estos usuarios de CAA necesitan espacios respetuosos con estos movimientos, al igual que otras personas necesitan espacios silenciosos. Tienen que poder exhibir sus estereotipias, incluidas las que impliquen el dispositivo de CAA, sin que se les juzgue o interrumpa.

4. Prueba a interactuar con el usuario en ese momento: Si un usuario está pulsando una palabra o una frase muchas veces seguidas, prueba a interactuar con él. No todo el mundo lo recibe bien, pero puede ayudar a construir una relación de confianza y a crear un espacio en el que se sientan escuchados y aceptados. Puedes decir algo así como «¡Qué palabra más divertida!» o «Veo que te gusta mucho ese sonido». También puedes repetir la palabra con ellos.

5. Fomenta las estereotipias sin obligar a interactuar: Mientras están realizando algún comportamiento repetitivo, algunos usuarios prefieren estar solos y otros están abiertos a la interacción. Presta atención a si el usuario de CAA quiere relacionarse con otras personas en ese momento o prefiere estar solo. Respeta sus límites y fomenta las estereotipias teniendo en cuenta sus preferencias.

6. Prueba otras actividades sensoriales: En función de qué aspectos de pulsar repetidamente un botón estén ayudando más al usuario de CAA, podemos buscar actividades adicionales que sean positivas y similares al tipo de conducta repetitiva. Si lo que le gusta es el hecho de pulsar, podrían disfrutar de los instrumentos de percusión. O puede que les guste los juguetes con botones. Si lo que le gusta es el hecho de que las palabras siempre emitan un mismo sonido en su dispositivo de CAA, la percusión puede ser nuevamente una opción interesante. Si se siente atraído por el sonido particular de algunas palabras, podría ser adecuado enseñarle otras palabras con un sonido similar. La función que cumplen las estereotipias es importante, por lo que podemos buscar otros modos de cumplir esta función.

Si comprendemos y reafirmamos las estereotipias, podremos crear entornos más inclusivos que sean respetuosos con la neurodivergencia y que promuevan la comunicación y el bienestar emocional.

Castigos y recompensas

A veces vemos que a las personas que manifiestan una estereotipia con su dispositivo de CAA se las castiga por hacer ruido o distraer al resto. El castigo más común es quitarle el dispositivo de CAA al usuario. Esta opción nunca es positiva.

Privar a alguien de la capacidad de comunicarse puede dañar la relación e influir negativamente en la comunicación. A largo plazo, puede hacer que el usuario de CAA desconfíe de los adultos de su entorno y que se sienta inseguro, no escuchado y poco importante.

En otros casos, las conductas repetitivas que implican el uso de un dispositivo se utilizan como recompensa. Por ejemplo, cuando un docente dice en clase: «Haz tu trabajo y luego podrás usar tu dispositivo de CAA». Si la oportunidad de realizar estos comportamientos se usa como recompensa, pero el usuario de CAA está intentando comunicar algo, sus intentos de comunicación pasarán desapercibidos. Retirarle el dispositivo de CAA a un usuario y devolvérselo para recompensarlo por una acción también puede ser perjudicial. Implica que las estereotipias son un privilegio que hay que ganarse, en lugar de una parte natural de su experiencia y comunicación.