(Esta entrada fue actualizada el 6 de julio del 2020.)
Nuestro equipo
Os escribo desde nuestra oficina, completamente vacía. La salud y el bienestar de nuestros empleados y contratistas es nuestra prioridad principal. Desde el 12 de marzo, todos mis compañeros trabajan desde casa siguiendo las recomendaciones del gobierno. Soy la única excepción. Alguien tiene que cuidar de Starsky y Hutch, los dos gatos de nuestra oficina. Dado que vivo en la misma calle, soy, sin duda, la persona más indicada para hacerlo.
En nuestro equipo contamos con miembros de siete países distintos, repartidos en seis zonas horarias diferentes, así que ya estamos algo familiarizados con el trabajo remoto. Sin embargo, para algunos de nosotros, está siendo toda una nueva experiencia. Las guarderías y los colegios están cerrados. Lo que significa que, los que tenemos niños pequeños, tenemos que dividir nuestro tiempo entre cuidar de ellos, ser sus nuevos profesores y, además, cumplir con las obligaciones de nuestros puestos de trabajo. Las parejas de dos compañeros nuestros trabajan en hospitales (una de ellas recuperándose del coronavirus). Otros compañeros forman parte de grupos de alto riesgo o tienen hijos que son usuarios de CAA y que también pertenecen a grupos vulnerables. No es difícil de imaginar que, dada la situación, la productividad de nuestro equipo se ha visto reducida. Algunos miembros de nuestro equipo apenas tienen tiempo de trabajar, mientras que otros lo están haciendo al 80 o 90 % de su capacidad habitual. Hemos tenido que reorganizar nuestro trabajo y nuestras prioridades. Queremos garantizar que todas nuestras actividades más vitales (es decir, asistencia, atención a nuestra comunidad y desarrollo) sigan con la máxima normalidad.